¿DEPORTACIONES AL ESTILO SIGLO XVIII? LA LEY QUE TRUMP QUIERE RESUCITAR
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su intención de utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros (Alien Enemies Act) de 1798 para llevar a cabo las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados que tanto ha promovido. Esta ley es parte de las Leyes de Extranjería y Sedición (Alien and Sedition Acts), emitidas durante la guerra de Estados Unidos y Francia de esta época, que efectivamente otorga al presidente la posibilidad para deportar o restringir a personas de ciertos países. Sin embargo, estas leyes tienen la particularidad de que han sido implementadas solo en contextos de guerra.
Según los Archivos Nacionales de Estados Unidos, la Ley de Enemigos Extranjeros fue diseñada para permitir al gobierno estadounidense expulsar y evitar la entrada de personas extranjeras provenientes de naciones que fueran “enemigas” durante tiempos de guerra. Históricamente, esta Ley se ha aplicado en situaciones de conflicto declarado, como durante la guerra de 1812 contra Reino Unido, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cuando se utilizó para internar a ciudadanos alemanes, italianos y japoneses residentes en Estados Unidos.
Ahora, en octubre de 2024, Trump anunció su intención de invocar esta Ley para combatir redes criminales de inmigrantes y deportar a personas indocumentadas durante un mitin en Aurora, Colorado.
Desafíos legales y constitucionales
No obstante, especialistas en inmigración señalan que la aplicación de esta Ley en el contexto actual enfrenta obstáculos legales significativos toda vez que, actualmente, Estados Unidos no se encuentra en estado de guerra o conflicto declarado con respecto a los países de origen de la mayoría de las y los inmigrantes indocumentados.
Adicionalmente, indican que su aplicación podría contravenir los derechos constitucionales y los tratados internacionales sobre derechos humanos de la población migrante, y que incluso podría conducir a detenciones arbitrarias tanto de personas con estatus irregular como aquellas que se encuentran en trámites de regularización o que ya tienen una estancia legal en el país.
Por su parte, organizaciones latinas en Estados Unidos siguen reiterando su preocupación por estas medidas propuestas por Trump, pues temen que su implementación pueda llevar a deportaciones basadas en perfiles raciales y afectar no solo a personas indocumentadas, sino también a personas con residencia legal y con ciudadanía por naturalización.
Sin duda, invocar la Ley de Enemigos Extranjeros para las deportaciones masivas representa un enfoque sin precedentes en la política migratoria estadounidense y su implementación enfrentará desafíos legales y constitucionales; sin embargo, la recomendación seguirá siendo el mantenerse informados e informadas sobre los distintos beneficios migratorios que la Ley Nacional de Inmigración (INA) contempla.
Solicitar visas familiares, visas humanitarias u otras formas de alivio como la acción diferida, puede ser una solución para no afrontarse a ningún tipo de deportación en Estados Unidos.
En Brigante Law Group Inc., sabemos lo complicado que puede ser navegar los procesos legales con la autoridad migratoria, por ello nos dedicamos sobre todo a ayudar a las personas que viven en Estados Unidos sin documentos, a que exploren sus opciones y den pasos hacia un estatus legal que beneficie su futuro.
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