Es oficial, Donald Trump es presidente de los Estados Unidos por segunda ocasión y la preocupación de nuestra comunidad inmigrante acrecienta. Su administración previa estuvo marcada por políticas migratorias restrictivas y estigmatizantes, como la separación de familias en la frontera, el intento de la eliminación de programas como DACA, un endurecimiento en las deportaciones y el aumento de una narrativa que criminalizaba a la comunidad inmigrante sin documentación.  

Ahora muchas personas se preguntan: ¿qué podemos esperar con el regreso de Trump a la Casa Blanca este 2025 en materia de inmigración?  

Recién concluido el evento de toma de protesta (Inauguration Day), el ahora presidente Donald Trump, persiste a través de su discurso en criminalizar a las personas inmigrantes sin documentación, destacó que buscará “restaurar el orden en las fronteras” y proteger a las y los estadounidenses de lo que calificó como “una invasión extranjera”. Aunque también dedicó una parte de su discurso para recordar el voto y simpatía de “los hispanoamericanos”, afirmando que estas personas contarán con su protección. 

Del discurso manifestado en su toma de protesta como presidente y de las políticas que promovió durante su campaña electoral, podemos destacar que Trump buscará implementar:  

• La restauración de las políticas anteriores, como: la separación de familias, la detención de familias completas incluyendo infancias, la política de “remain in Mexico”, que implica cerrar el paso en la frontera a inmigrantes que busquen asilo.  

• Deportaciones Masivas. Las cuales iniciarán en Chicago como prometió estos últimos meses. Adicionalmente, el plan incluye la construcción de centros de detención de gran escala en estados fronterizos como Texas y California para albergar a las personas detenidas. 

• Declarar una emergencia nacional en la frontera entre EE.UU. y México a través del Alien Enemy’s Act de 1798, para apoyar la construcción de un muro fronterizo y enviar tropas militares como medida de control migratorio. 

• Eliminación de la Ciudadanía por Nacimiento. Para ello, tendrá que pasar por un extenso proceso legal que tiene la probabilidad de no culminar durante su administración. 

• Eliminación de TPS para países como Venezuela y Haití. Lo cual, igualmente, requerirá de un proceso legal y audiencias para las personas que actualmente son beneficiarias. 

• Eliminación de ciudades santuario (aquellas que no colaboran actualmente con los agentes de inmigración federales) y lugares “protegidos” contra las detenciones de ICE (escuelas, iglesias y hospitales). 

En contraste con estas medidas, desde su campaña, Trump ha demostrado un cierto cambio de parecer y empatía, pues aseguró que protegerá a las y los DREAMERS, aquellas personas jóvenes que llegaron al país siendo niños y niñas, y que han crecido como parte de la sociedad estadounidense. Aunque esta medida parece ser un gesto conciliador, aún no sabemos cómo brindará protección, pero la apuesta está en la posibilidad de arreglar finalmente su estatus a una residencia. 

Adicionalmente, hemos visto a un Trump defensor de las visas H-1B, que benefician a trabajadores altamente calificados en áreas como tecnología y ciencia, a pesar de haber generado divisiones entre sus simpatizantes. También ha anunciado que quiere otorgar green cards a estudiantes extranjeros que completen programas de maestría en Estados Unidos, con el objetivo de retener talento en el país, algo que tampoco se vio durante su primer mandato. 

Pero ¿hay esperanzas para la comunidad inmigrante que no entra en estos supuestos? 

Independientemente del panorama, es crucial que las y los inmigrantes sin documentación sepan que todavía hay opciones legales para protegerse y regularizar su estatus migratorio. Programas como la Visa U, la Visa T, y VAWA continúan disponibles para aquellas personas que califiquen. 

Estas visas humanitarias han ayudado a muchas personas a pesar de haber entrado de forma irregular, de tener una detención o una deportación, por lo tanto, es vital que las conozcan e identifiquen si son elegibles. 

Es crucial tomar medidas para prepararse de políticas que favorezcan la deportación y la eliminación de beneficios migratorios para proteger su patrimonio, su familia y poder obtener un estatus legal que les permita continuar en Estados Unidos. 

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